Rosa Cordero Pérez

Hoy nuestro corazón se viste de luto por la partida de Rosa cordero Pérez… Con profundo dolor, pero también con gratitud por la vida compartida, hoy anunciamos al mundo que nuestra querida y amada, Rosa cordero Pérez, ha partido de este plano terrenal. Su luz se apagó físicamente, pero su esencia, su amor, su risa suave y su fuerza inquebrantable vivirán eternamente en quienes tuvimos el privilegio de conocerla. Rosa fue mucho más que una esposa, madre, abuela, amiga y compañera de vida. Fue un alma noble, una mujer de fe, ternura y coraje. Durante todos estos años, luchó con dignidad, resistiendo el dolor físico con una paciencia que solo los verdaderamente grandes poseen. Su valentía fue una lección silenciosa, su dulzura una caricia para todos los que la rodeamos. A los que la conocieron, saben que su amor no necesitaba grandes palabras: bastaba con una mirada suya, una sonrisa, un gesto suave. Nos dio su compañía en los momentos más difíciles, su apoyo sin condiciones, su amor eterno. Agradecemos de corazón a cada persona que ha expresado su solidaridad, que ha hecho oración por su descanso, que ha estado presente con una palabra, un abrazo, o simplemente un pensamiento. Cada gesto ha sido un bálsamo para este inmenso dolor. Aunque su cuerpo descansa, su espíritu permanece con nosotros. En cada flor, en cada canción que le gustaba, en cada silencio lleno de recuerdos. No es un adiós, Rosa… es un hasta luego. En algún lugar del universo, donde no hay dolor ni enfermedad, volveremos a encontrarnos. Y allí, sin cuerpos que duelan ni relojes que marquen el tiempo, volveremos a abrazarte. Gracias por todo y por tanto. Te amamos más allá de esta vida, Rosa Cordero Pérez, y te llevaremos en nuestro corazón hasta la eternidad. Con amor, Gilbert Otero Santiago, esposo Emely R. Otero Cordero, Gilberto Otero Cordero, Jesús Otero Cordero, hijos Omar Emil, Gilbert Addiel, Paola Nicole, Juniarys, Yamelis Ylem, Brayan Jeziel, Gamalier, Yadiel, Gilianis, Jesús Manuel y Ariel Manuel, nietos Manuel Toledo y Diviana Muñoz, yernos _______________________________________________________________________ Queridos amigos y familiares: Hoy me toca despedir con el alma rota a mi amada Rosa, mi compañera de vida, mi todo. Su partida deja un vacío inmenso, pero su amor, su dulzura y su fortaleza vivirán por siempre en mí. Gracias, de todo corazón, a cada uno de ustedes por acompañarme en este momento tan doloroso. Su presencia, sus abrazos y palabras de aliento han sido un consuelo en medio de tanto sufrimiento. No estoy solo, y eso lo valoro profundamente. Rosa fue una mujer ejemplar, amorosa hasta el final. Aunque ya no esté físicamente, su esencia seguirá viva en quienes la amamos. Gracias por honrar su vida conmigo. Descansa en paz, mi querida Rosa. Te amaré siempre. Gilbert Otero Santiago, esposo _______________________________________________________________________ En Honor a la vida de mi madre, mi guía eterna Mami, hoy ya no caminas a mi lado en este mundo, pero tu esencia vive profundamente en mí. Aunque mi corazón llora por tu partida, también se inunda de gratitud… porque no hay regalo más perfecto que el de haber sido tu hija. Fuiste la mujer que con dulzura y firmeza me formó, la que sembró en mí tus mejores virtudes. Gracias a ti soy la mujer fuerte, decidida y soñadora que hoy se levanta cada día con propósito. Me enseñaste a amar sin medida, a luchar sin rendirme y a vivir con pasión. Fuiste mi primer a maestra, la más sabia, la que me enseñó que cada paso debía darse con fe y valentía. Gracias por compartir conmigo tu amor por los detalles, por las fotos que hoy son mi tesoro, por enseñarme que en cada imagen hay una historia que merecer ser contada. Hoy conservo miles de recuerdos capturados por tus manos, que seguirán vivos en cada generación. Me diste la mejor educación, no solo académica, sino de vida. Me mostraste cómo ser madre, cómo guiar con amor y corregir con ternura. Gracias por inculcarme el valor de la familia, el respeto por los hermanos, el gozo de las tradiciones, y por regalarme tantas navidades mágicas que hoy revivo con mis hijos como tú lo hacías con nosotros. Y hoy, mami, quiero expresarte mi eterno agradecimiento por el inmenso amor que le diste a mis hijos, en especial a Omar Emil, tu primer nieto, a quien amaste con una devoción sin límites. Por él sembraste fe, esperanza y amor. Me ayudaste a criarlo, estuviste presente en cada momento, incluso en sus crisis de salud, abrazándolo con esa ternura tan tuya, que sanabas. Tus últimos años, llenos de vida y energía, los dedicaste a cuidarlo y acompañarlo. Y todo lo que hiciste rindió frutos: hoy por hoy Omar Emil es un ser humano noble, fuerte y con valores… y sé que mañana llevará tu memoria viva en cada paso que dé. Tu legado está sembrado en cara rincón de mi vida. En cada receta que cocino, en cada decisión que tomo, en cada consejo que doy… estás tú. Te llevaste una parte de mí, pero también me dejaste una parte eterna de ti. Descansa en paz, mami. Te prometo honrar tu memoria siendo luz para los míos, siendo la mujer que tú soñaste y ayudaste a formar. De papi cuidaré, como tú lo hacías, porque me mostraste con tu ejemplo lo que significa el compromiso, la entrega y el amor verdadero. Te amo con el alma, mami. Gracias, por tanto. Tu amor es mi fuerza, tu recuerdo mi guía, y tu vida… mi más hermoso orgullo. Con todo mi amor x100pre Tu querida hija Emely Rose Otero Cordero _______________________________________________________________________ Mami, gracias por amarme como tu niño consentido. Gracias por tu entrega a la familia, por tu amor inmenso y por el ejemplo de mujer que fuiste. Me duele tu partida, pero sé que ahora me cuidas desde el cielo. Acompáñame siempre, como solo tú sabes hacerlo. Te amo. Nos vemos en el cielo.

Rosa Cordero Pérez

October 14, 1950 - July 21, 2025